El jueves por la tarde, varios trabajadores ferroviarios de todo Estados Unidos se reunieron en línea para fundar el Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios. Durante una conversación amplia, los trabajadores ferroviarios resumieron la situación después de la publicación el mes pasado del reporte de la Junta Presidencial de Emergencia (PEB, por sus siglas en inglés), que tomó la parte de las empresas ferroviarias en una solución propuesta a una discusión contractualnacionalque ha durado casi tres años. Entre los trabajadores en general, hay una oposición unánime al trato de los trabajadores y se apoya una huelga nacional cuando se expire el “período de descanso” ordenado por el gobierno el 15 de septiembre. Sin embargo, los sindicatos ferroviarios, que promovían la PEB de la administración de Biden, están buscando hacer que se aprueben contratos según el modelo del reporte de la PEB.

Los trabajadores discutieron la necesidad por la acción independiente para unir a los trabajadores ferroviarios de base en una acción huelguística y para oponerse a la PEB y la intervención adicional por la administración de Biden o el Congreso. También discutieron la necesidad de la unidad más amplia posible con trabajadores de otras industrias que luchan contra unas condiciones semejantes. Un delegado de los puertos de la Costa Occidental asistió y habló. Han mantenido en el trabajo a los estibadores durante dos meses desde que se expiró su contrato sin ni siquiera una extensión formal por el International Longshore and Warehouse Union (ILWU), que está coordinando sus actividades cercanamente con la Casa Blanca.

Al final de la reunión, el comité votó unánimemente para aprobar una declaración fundadora, que damos aquí, y para circularla lo más ampliamente posible entre los trabajadores ferroviarios. Para unirse al Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios, envía un correo electrónico arailwrfc@gmail.com. Alternativamente, el World Socialist Web Site te puede poner en contacto con el comité.

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Hermanos y hermanas,

Nosotros, el Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios, exigimos a nuestros colegas en todo ferrocarril de Primera Clase por todo el país que se organicen ahora para prepararse para la acción de huelga. El reporte de la Junta Presidencial de Emergencia es una bofetada en la cara, que fracasa en cumplir con incluso una de nuestras exigencias.

A pesar de las afirmaciones por los ferrocarriles y los sindicatos de que el aumento salarial de 22 por ciento, durante cinco años, sea “histórico”, apenas es una mitad de la tasa de inflación actual. La propuesta remueve el máximo sobre los costes individuales de la atención sanitaria. Todavía no tenemos el permiso por enfermedad. Lo peor de todo, mantiene las políticas unilaterales que han impulsado a decenas de miles de nuestras colegas a salir de la industria.

No se puede encontrar a ningún hermano o hermana que apoya este trato. Están furiosos no solo a la PEB, pero a los sindicatos por haberla promocionado como la solución a todos nuestros problemas. Nos dijeron que la PEB intervendría como un árbitro neutral. Pero las últimas 249 JPE tomaron la parte de la compañía, y ahora la 250ª ha hecho lo mismo. Ahora, la International Association of Machinists ha emitido los primeros tratos según el modelo del reporte, con una cláusula de esquirol de “yo también” para intentar facilitar la aprobación del contrato. Nadie quería esto y nadie se lo pidió.

Hay que decirlo abierta y claramente: Los sindicatos tienen la intención de bloquear una huelga. Durante el verano, 99,5 por ciento de los miembros de BLET votaron para autorizar una acción huelguística. Pero el BLET y los otros sindicatos ferroviarios han hecho exactamente el contrario de lo que exigimos con una sola voz. Por eso, necesitamos organizarnos a nosotros mismos independientemente para preparar y forzar una huelga. El Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios se ha fundado para preparar una lucha unida.

Nuestra primera exigencia, la central, es esto: A las 12:01 de la mañana, el 16 de septiembre –cuando expira el último “período de descanso”– deben iniciar huelgas nacionales en todos los ferrocarriles de Primera Clase. Si vamos a revertir las décadas de condiciones en declive, hay una sola manera para conseguirlo: usando nuestra fortaleza para luchar por ello.

Los ferrocarriles afirman que “los trabajadores no contribuyen a las ganancias”. Pero hagamos huelga y veamos por cuánto tiempo perduran las ganancias corporativas en los ferrocarriles y el país entero.

No tenemos otra opción que luchar. Esto no se trata de lo que queremos, se trata de la supervivencia. Es imposible vivir de esta manera, en turno constantemente, con un día libre por mes, el mantenimiento de trenes de tres millas con unas pocas horas de sueño, la pérdida de tiempo con nuestros esposos y niños. Decenas de miles ya se hicieron hartos y salieron. Los ferrocarriles dan la bienvenida a esto para que puedan ahorrar dinero por dar el trabajo a los únicos equipos restantes. También les da las municiones por su campaña para cambiar a equipos de una persona.

No debemos subestimar nunca la crueldad de la burocracia sindical, pero la experiencia demuestra que los trabajadores la pueden derrocar. Unos trabajadores de Volvo Trucks formaron un comité de base el año pasado que jugaba un papel importante en organizar la derrota de tres contratos entreguistas en sucesión y forzar una huelga de un mes. Esto fue repetido en John Deere el otoño siguiente, donde un comité ayudó en forzar una huelga y derrotó dos traiciones.

Exigimos a todos nuestros hermanos y hermanas, sin importar su sindicato o ferrocarril o empleo particular, que se nos unan en construir este comité como una red que une a trabajadores por toda la industria. Pretendemos construir este comité para poner el poder en las manos de la base, para prevenir el sabotaje de nuestra lucha por los sindicatos. Será un medio de comunicación para determinar la estrategia y organizar la acción junta fuera del control de las miradas curiosas de los burócratas sindicales y los soplones corporativistas, y de pedir la ayuda más amplia posible a trabajadores por todo el país y todo el mundo. Esto nos pondrá en la posición más poderosa posible para derrotar cualquier intento de usar los mandamientos judiciales, las represalias de la gerencia y otras medidas para impedir una huelga.

Para organizar la acción común, proponemos a nuestros colegas que adoptemos el programa siguiente de 10 puntos:

1. Un aumento salarial inmediato de 50 por ciento para compensar los años de salarios en declive, más ajustes según el coste de vida;

2. Ningún cambio en los planes de atención sanitaria actuales;

3. El fin de las políticas de asistencia brutales como Hi Viz y Precision Scheduled Railroading;

4. El fin del estado en turno de 24/7 y la semana laboral garantizada de 40 horas;

5. El tiempo libre y permiso por enfermedad garantizados;

6. Una campaña de contratación para restaurar decenas de miles de trabajos perdidos y terminar la sobrecarga, con unos beneficios y salarios capaces de atraer y mantener a trabajadores cualificados;

7. El fin de “super-pools”, que envían a equipos a nuevas rutas peligrosas y desconocidas;

8. La transparencia completa sobre la propagación del coronavirus, incluidos la prueba regular y el reportaje público inmediato de casos. Los trabajadores infectados o expuestos tienen que tener dos semanas completas para realizar la cuarentena, con el pago lleno;

9. El fin del impulso hacia equipos de una persona, con una garantía escrita de preservar equipos de dos, y;

10. La derogación de la Ley de Labor Ferroviaria, y la restauración a los trabajadores ferroviarios del derecho democrático a hacer huelga sin tener que brindar los aros burocráticos sin fin.

A esta lista, añadimos una exigencia suplemental dirigida hacia los sindicatos ferroviarios: ¡necesitan detener inmediatamente su campaña para hacer que se apruebe cualquier contrato según el modelo de la PEB! Votamos por 99,5 por ciento a hacer huelga. En promover los términos de la PEB, hablan sólo por sí mismos; no tienen ninguna autorización de la base. No se debe anunciar ningún contrato más con el modelo de la PEB. Los que ya han sido planteados por la IAM y sus socios no deben ser sometidos a retrasos sin fin. O hay que votar sobre ellos inmediatamente–para que se pueda rechazarlos antes del 15 de septiembre–o retirarlos enteramente.

Sin duda los funcionarios sindicales intentarán asustarnos por decir que el Congreso intervendrá contra una huelga. Ciertamente es la verdad que el Congreso intentará emitir un mandamiento judicial. Pero eso sólo expone la bancarrota completa de la orientación de los sindicatos al gobierno, el Partido Demócrata y la administración de Biden. Biden, el presidente supuestamente “más pro sindical en la historia estadounidense”, está usando las burocracias sindicales para suprimir huelgas y hacer que se aprueben unos contratos de basura, especialmente relacionados con la infraestructura crítica. Él ya ha formulado un contrato sobre refinerías petroleras debajo de la tasa de inflación con el sindicato United Steelworkers y está trabajando con el International Longshore and Warehouse Union para mantener a estibadores en el trabajo durante dos meses después de la expiración de su contrato.

Esto demuestra que luchamos no sólo contra los ferrocarriles, sino contra el entero sistema político controlado por la oligarquía corporativa. Pero somos más poderosos que cualquier Congreso. Muchas veces durante la historia, los trabajadores han luchado contra las cortes, el Congreso e incluso la Casa Blanca y derrotado los intentos de imponer mandamientos judiciales. Esto puede volver a pasar. Depende no sólo de organizarnos independientemente para asegurar la máxima unidad y solidaridad, sino también de que no mantengamos ninguna ilusión en los títeres comprados políticos de Wall Street.

Nuestra fortaleza no reside en el apoyo fingido de los demócratas, sino en el verdadero apoyo poderoso de la clase obrera. Necesitamos pedir el apoyo de los estibadores, los trabajadores en refinerías, las decenas de millones de trabajadores por todo el país que están luchando contra lo mismo que nosotros. Si nos posicionamos, otros trabajadores nos verán como la punta de lanza de una contraofensiva amplia. A esto exactamente tiene miedo el Congreso, y es por qué Biden, los ferrocarriles y sus cómplices sindicales nos quieren mantener en el trabajo: si aparece una grieta en cualquier lugar, es probable que se rompa la presa entera.

Somos parte de un movimiento mundial. No son sólo los trabajadores ferroviarios en Canadá que están luchando contra un contrato entreguista en Canadian Pacific; varias huelgas y protestas están ocurriendo por todo el mundo. En Gran Bretaña, los trabajadores ferroviarios llevaron a cabo unas huelgas nacionales este verano por la primera vez en décadas, seguidos por unas huelgas poderosas en los puertos. Más y más, los trabajadores están luchando en desafío al gobierno. En Sri Lanka, las protestas por cientos de miles de trabajadores contra el coste de la vida forzaron la dimisión del presidente en ese país. La clase gobernante estadounidense está aterrorizada por nuestra lucha porque saben que podría crear un movimiento semejante en los Estados Unidos.

Muchos trabajadores por todo el mundo también están construyendo sus propios comités de base para luchar contra la burocracia sindical que está traicionando su lucha. Por esto se formó la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, para coordinar las acciones a escala mundial. El Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios participará en la AIO-CB y exigirá el apoyo y la unidad con trabajadores ferroviarios por todo el mundo, en Canadá, Gran Bretaña, y otros países.

Si estás de acuerdo con nosotros, únete. Únete al Comité de Base de Trabajadores Ferroviarios y ayuda en construirlo en su área. Ayúdanos a difundir nuestras declaraciones y háblanos por lo que quieres luchar. Para obtener más información, contáctanos por correo electrónico en railwrfc@gmail.com.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 1º de septiembre de 2022)