El sindicato de los Trabajadores Automotores Unidos (UAW, por sus siglas en inglés) organizó una manifestación en el centro de Detroit el viernes por la tarde con el objetivo de promover su 'huelga de pie' que mantiene laborando al 90 por ciento de los trabajadores automotores a pesar de que sus contratos expiraron la medianoche del 14 de septiembre.
Al presidente sindical, Shawn Fain, lo acompañaron en el escenario destacados funcionarios del Partido Demócrata, como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el senador Bernie Sanders de Vermont y los diputados de Michigan, Debbie Dingell, Haley Stevens y Rashida Tlaib, con el propósito de desviar la atención de las crecientes demandas de la base por una huelga unificada de todos los 150.000 trabajadores automotores en contra de GM, Ford y Stellantis, conocidas como las Tres Grandes.
La manifestación también ocultó a los trabajadores automotores el hecho de que el liderazgo de Fain está coordinando la estrategia de negociación contractual con la administración de Biden. Aunque esto no fue mencionado durante la manifestación, el presidente Biden lo dejó claro el viernes, cuando anunció el despliegue de la secretaria de Trabajo interina Julie Su y el asesor de la Casa Blanca Gene Sperling a Detroit para 'ofrecer a las partes todo su apoyo para llegar a un contrato'. Biden también dijo: 'Seamos claros. Nadie quiere una huelga. Lo diré de nuevo, nadie quiere una huelga'.
La manifestación 'Salvemos el Sueño Americano' fue un evento mediático. Generó los encabezados y fotografías necesarias para que, ayudados por los medios de comunicación corporativos, Fain y los demócratas posaran en falsa militancia como opositores a las ganancias de las compañías automotrices y como luchadores por los intereses de los trabajadores.
Sin embargo, la escasa multitud no contó con gran cantidad de trabajadores automotrices. Al contrario, estaba principalmente compuesta por burócratas del UAW, personal del Partido Demócrata y sus seguidores de clase media pertenecientes a las tendencias políticas de pseudo-izquierda como los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés).
También fue significativa la ubicación y la hora elegida para la manifestación, la cual se llevó a cabo cerca de la entrada del Salón del Automóvil de Detroit en Huntington Place, que abrió al público el miércoles. A partir de las 5:00 p.m., la manifestación coincidió con el evento benéfico anual, donde la élite de la industria después de descender de sus limosinas y vestidos de gala, tuvo que pasar frente a la manifestación para poder entrar al lugar.
Aún más significativo fue que la manifestación se llevó a cabo frente al Centro Conjunto de Fideicomisos UAW-Ford, edificio que alberga los esquemas corporativistas de gestión-laboral a través de los cuales la dirección de Ford canaliza dinero a la burocracia del UAW.
La gobernadora Whitmer fue la primera en hablar, evitando mencionar las condiciones que enfrentan los trabajadores automotrices o la lucha contractual actual. En cambio, utilizó la manifestación para promover la idea falsa de que se encuentra dedicada a 'construir un futuro más brillante' donde 'cada persona tenga un camino hacia la prosperidad'. Whitmer hizo estas afirmaciones justo cuando los datos del censo publicados la semana pasada mostraron un descenso en los ingresos medios de los hogares de Michigan en 2022 mientras que las tasas de pobreza se han disparado en las comunidades de clase trabajadora como Detroit y Flint.
Claramente devolviéndole el favor a la burocracia del UAW por haberla respaldado en las elecciones para gobernador de Michigan en 2018 y 2022, Whitmer concluyó sus comentarios de un minuto y medio afirmando: 'Estoy aquí con ustedes, mis hermanos y hermanas del UAW'.
Después, Shawn Fain presentó a Bernie Sanders como 'uno de los mejores guerreros en contra de la clase corporativa, la clase de los multimillonarios'. El discurso de Sanders destacó el hecho de que el mensaje de la manifestación no estaba dirigido a los trabajadores automotores, sino a la élite corporativa y financiera.
Sanders comenzó dirigiéndose a la burocracia del UAW, diciendo: 'La lucha que están librando aquí... es una lucha para enfrentar la codicia corporativa y decirles a las personas en la cima que este país nos pertenece a todos, no solo a unos cuantos'. Como ha hecho repetidamente durante más de una década, Sanders se quejó de la redistribución de la riqueza hacia los bolsillos de los multimillonarios sin usar jamás la palabra 'capitalismo'.
Al mismo tiempo, consciente de que la creciente rebelión de los trabajadores automotrices contra la traición de la burocracia del UAW puede salirse de control, Sanders también apeló a la clase en el poder para que reconozca al aparato sindical como una herramienta vital para el mantenimiento del sistema capitalista.
Dirigiéndose a los directores ejecutivos de GM, Ford y Stellantis, Sanders dijo: 'Es hora de ponerle fin a su codicia... es hora de sentarse y negociar un contrato justo'. Por supuesto, Sanders no especificó exactamente qué sería un 'contrato justo'.
Esto se debe a que, de hacerlo, tendría que exponer el hecho de que el acuerdo que se está negociando a espaldas de los trabajadores automotrices contiene concesiones masivas a sus demandas salariales y de prestaciones, así como también oculta la próxima masacre de empleos que resultará de la transición a la producción de vehículos eléctricos.
Sanders, el autoproclamado socialista demócrata, habló durante 20 minutos y admitió con facilidad que 'lo que el UAW está demandando no es algo radical'. Agregó: 'Es totalmente razonable que los trabajadores automotrices reciban finalmente una parte justa de las ganancias récord que su trabajo ha producido' y pidió el fin de los salarios escalonados y los empleados temporales en las Tres Grandes.
Sin embargo, Sanders también encubrió el hecho de que las condiciones que hoy enfrentan los trabajadores automotrices son el resultado directo de décadas de traiciones del liderazgo del UAW al tiempo que el aparato sindical se ha integrado en la estructura de gestión corporativa y el gobierno de los Estados Unidos.
Los otros oradores, Dingell, Stevens y Tlaib, pronunciaron discursos breves y llenos de expletivos, refiriéndose a las condiciones horrendas que los trabajadores enfrentan en las plantas automotrices desde el rescate gubernamental de 2008-2009, simultáneamente encubriendo el papel que el UAW ha jugado en la implementación de los contratos que han cortado los salarios a la mitad creando las condiciones para el mayor auge de las ganancias corporativas automotrices de las últimas décadas.
Stevens, quien fue jefa de personal del rescate automotriz de la administración Obama cuando el UAW aceptó la contratación de empleados temporales y el sistema de salarios escalonados, se jactó del hecho de que llegó a la manifestación en un autobús lleno de burócratas sindicales de las oficinas de la Región 1 del UAW en Warren, Michigan. Esta ciudad es donde las plantas Stellantis de ensamblaje de camiones y de estampado continúan trabajando mientras los trabajadores de Stellantis en Toledo Assembly están en las líneas de piquete.
El presidente del UAW, Fain, fue el último orador en la manifestación del viernes. Se jactó de los '13.000 trabajadores automotrices que están en huelga', sin mencionar haber ordenado al resto de los miembros del UAW que siguieran trabajando, esencialmente esquirolando a sus propios hermanos y hermanas.
Continuando la ira falsa de los oradores anteriores, Fain se refirió a la 'clase trabajadora' varias veces diciendo: 'los medios de comunicación corporativos tienen miedo, la clase de los milmillonarios tiene miedo y las Tres Grandes tienen miedo'. Dando una clara señal de que se esta tramando una traición a los trabajadores automotrices tras puertas cerradas, Fain gritó el lema de '¡pongámonos de pie!' varias veces, sin decir nada sobre lo que se está discutiendo en las negociaciones en curso con las compañías automotrices.
Sobre todo, los demócratas y el UAW se unieron a la manifestación 'Salvemos el Sueño Americano' para contener y disipar la enorme ira y militancia de los trabajadores automotrices que se ha ido acumulando durante décadas de ataques a sus condiciones de vida y derechos básicos. El desarrollo de un poderoso movimiento de base requiere que los trabajadores comprendan que Bernie Sanders y los demócratas son sus enemigos de clase y que no pueden atender a sus preocupaciones e intereses pues representan al sistema capitalista.
Mientras persigue objetivos geopolíticos y militares vitales contra Rusia y China, la clase en el poder de los Estados Unidos está utilizando a la burocracia del UAW y el liderazgo de Fain para reprimir la lucha de la clase trabajadora. Sobre todo, los demócratas y los republicanos son virulentamente hostiles al desarrollo de la lucha de clases y especialmente a la aparición de una oposición socialista políticamente consciente y organizada dentro de la clase trabajadora.
(Publicado originalmente en inglés el 19 de septiembre de 2023)
Leer más
- Protect holidays and personal days for New York UPS workers!
- Los trabajadores exigen una huelga automotriz total mientras que el UAW conspira con Biden para vender la lucha
- Shawn Fain ordena a la gran mayoría de los trabajadores automotores que "sigan trabajando" si vence el contrato
- Unan a las bases para una huelga total de los trabajadores automotores