Español

AFGE y AFL-CIO se oponen a movilizar a los trabajadores contra los despidos masivos de Musk y Trump

El presidente Donald Trump escucha mientras Elon Musk habla en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el martes 11 de febrero de 2025, en Washington. [AP Photo/Alex Brandon]

Miles de trabajadores federales de varios departamentos y agencias recibieron cartas de despido el viernes como parte de la purga en curso dirigida por los multimillonarios Elon Musk y Donald Trump. Bajo el pretexto de mejorar la “eficiencia gubernamental”, trabajadores con antigüedad y en período de prueba de todos los departamentos han recibido notificaciones informándoles que, debido a su “bajo rendimiento”, sus servicios ya no son necesarios.

Los trabajadores no están siendo despedidos por “bajo rendimiento” sino como parte de una purga supervisada por el oligarca fascista no electo Musk para recortar el gasto gubernamental en favor de reducciones de impuestos para la élite financiera y corporativa y un aumento del gasto militar. The Washington Post estima que hasta el momento han sido despedidos 14.000 trabajadores.

Estos despidos representan la purga más grande de trabajadores gubernamentales desde que el presidente Ronald Reagan despidió despiadadamente a 11.345 controladores aéreos en 1981 durante la huelga de la Organización Profesional de Controladores de Tráfico Aéreo ( PATCO ). La AFL-CIO aisló a los huelguistas de PATCO y se negó a movilizar a los trabajadores en huelga en masse contra la destrucción de sindicatos por parte del gobierno y en defensa de los empleos y derechos democráticos, lo que permitió a la clase dominante aplastar la huelga y despedir permanentemente a los controladores.

La magnitud de ese ataque a la clase trabajadora palidece en comparación con las cientos de miles de plazas federales que Trump, Musk y la élite multimillonaria que representan pretenden eliminar. El ataque contra los trabajadores federales es, además, la punta de lanza de una embestida sin precedentes contra los empleos, salarios y condiciones laborales de todos los trabajadores, públicos y privados, además de la destrucción de programas de salud pública, educación, bienestar social, ciencia y cultura de los cuales dependen decenas de millones de familias trabajadoras.

Ante este asalto dictatorial, la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales (AFGE, por sus siglas en inglés), el sindicato más grande de empleados federales que dice representar a 800.000 trabajadores del gobierno, se ha negado a montar cualquier tipo de defensa u oposición más allá de presentar demandas judiciales. Lo mismo ocurre con la AFL-CIO y el resto de los sindicatos corporativistas y burocráticos.

Hasta esta semana, había unos 2,4 millones de empleados en el gobierno federal, sin contar a los trabajadores del Servicio Postal de EE.UU. Si bien el 20 por ciento trabajaba en el área metropolitana de Washington D.C., el resto laboraba fuera de la capital. Aproximadamente el 30 por ciento de los empleados federales son veteranos de guerra.

El gobierno federal no solo es el mayor empleador de veteranos en los Estados Unidos, sino el mayor empleador del país, por encima de Walmart (1,5 millones) y Amazon (1,1 millones).

El jueves, el Departamento de Asuntos de los Veteranos (VA, por sus siglas en inglés), que antes de estos despidos contaba con unos 486.000 empleados, anunció que más de 1.000 trabajadores fueron despedidos bajo la iniciativa de Musk y Trump llamada “Departamento de Eficiencia Gubernamental” (DOGE, por sus siglas en inglés).

Además del VA, despidos masivos han ocurrido en la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB), el Departamento de Educación (ED), el Departamento de Energía (DOE), la Oficina de Administración de Tierras (BLM), la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el Servicio de Parques Nacionales (NPS), los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la Administración de Servicios Generales (GSA), la Oficina de Gestión de Personal (OPM), la Administración de Pequeñas Empresas (SBA), el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD), el Servicio Forestal de EE.UU. (USFS), la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) y el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).

Los despidos masivos afectarán a trabajadores encargados previamente de la gestión de bosques, la detección de pandemias, la concesión de becas educativas, la administración de beneficios de Seguridad Social, Medicare y Medicaid, la supervisión de servicios para veteranos y la regulación de industrias alimenticias, financieras e industriales. Todas las restricciones regulatorias impuestas a las corporaciones están siendo eliminadas, otorgándoles carta blanca para explotar tanto a los trabajadores como a los consumidores.

En un comunicado publicado el viernes, el presidente nacional de la AFGE, Everett Kelley, escribió que los trabajadores afectados por los “despidos generalizados” no recibieron “ningún aviso, ningún debido proceso y ninguna oportunidad de defenderse”. Sin embargo, Kelley no convocó a los trabajadores a la huelga. En su lugar, prometió que la AFGE “buscará todos los recursos legales disponibles”.

La AFL-CIO también se ha negado a movilizar a sus 15 millones de miembros en apoyo a los trabajadores federales. En su lugar, la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, anunció la formación del absurdamente llamado “Departamento de Personas que Trabajan para Ganarse la Vida”.

Logotipo del Departamento de Personas que Trabajan para Ganarse la Vida.

En un video, Shuler afirmó que el “DPWL” fue creado para este “momento sin precedentes”, con el fin de “unir a la gente trabajadora para enfrentarse a estos ataques”. ¿Cómo se logrará esto? Shuler explicó:

Así que cuando una gran noticia estalle, el Departamento de Personas que Trabajan para Ganarse la Vida reunirá a trabajadores que están en el terreno, dirigentes de nuestros sindicatos y voces de nuestro movimiento para ayudarles a entender lo que está ocurriendo y lo que pueden hacer al respecto.

En otras palabras, después de que los avisos de despido se hayan emitido, la burocracia trabajará para reprimir cualquier movilización genuina y, en su lugar, canalizar la indignación masiva hacia impugnaciones legales inútiles que inevitablemente serán rechazadas por jueces pro-Trump, incluido el ultraderechista Tribunal Supremo de EE.UU.

Para dejar claro la cobardía y complicidad de la AFL-CIO, el viernes la cuenta en X del “Departamento de Personas que Trabajan para Ganarse la Vida” publicó un video protagonizado por la presidenta de la Federación Estadounidense de Maestros (AFT), Randi Weingarten. Weingarten apoya públicamente a la elección de Trump para la Secretaría de Trabajo y ha prometido cooperar con la administración fascista, la cual planea cerrar el Departamento de Educación para desmantelar las escuelas públicas y privatizar el sistema educativo. En el video de menos de 60 segundos, Weingarten recitó frases vacías que no incluyeron ninguna convocatoria para movilizar a la clase trabajadora en defensa de los empleos ni la palabra “huelga”.

La negativa de los sindicatos y del Partido Demócrata a luchar contra los despidos masivos de Musk y Trump tendrá consecuencias reales. El viernes, se informó que los despidos incluyeron la eliminación del Servicio de Inteligencia Epidémica (EIS), un programa de formación de élite creado en 1951 por los CDC.

Los agentes del EIS, conocidos como “detectives de enfermedades”, son desplegados en todo el mundo con poca antelación para rastrear y controlar brotes emergentes. El doctor Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Políticas de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota, advirtió que estos despidos “destruirán el EIS, que es una de las joyas más valiosas de la salud pública global”.

La negativa de los sindicatos a luchar contra los despidos ilegales no es un error sino refleja la brecha social entre la burocracia sindical de clase media alta y los trabajadores de base.

La única forma de defender los empleos es que los trabajadores federales se organicen de manera independiente y busquen el apoyo de toda la clase trabajadora.

No puede haber una solución progresista a la crisis repitiendo los errores del pasado. Pedir a los demócratas que luchen, o esperar que el aparato sindical gane en los tribunales, es una receta sin salida para la derrota.

Los trabajadores federales de todas las agencias y departamentos deben organizarse independientemente de las burocracias de AFGE y AFL-CIO y hacer un llamamiento a un amplio apoyo y acción de todos los sectores de la clase obrera, incluyendo la unión con los trabajadores inmigrantes, que se enfrentan a ataques fascistizantes contra sus vidas.

El World Socialist Web Site insta a los trabajadores a formar comités de base independiente del aparato sindical, como parte de la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB) para coordinar la lucha contra los despidos masivos. Estos comités transferirán el poder del aparato a las bases y prepararán una lucha real contra los despidos masivos de la administración Trump.

Una sección de la protesta en Annapolis, Maryland, el 5 de febrero de 2025.

Se deben formar comités similares en escuelas, hospitales y barrios para defender empleos, condiciones de vida y derechos democráticos. Deben servir de medio para coordinar y unir las luchas que están surgiendo y que crecerán explosivamente en las próximas semanas y meses.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 15 de febrero de 2025)